Claudio Briones ha escrito Violeta porque es su color. Violeta es un libro, una flor, un color, una “bandera que chilla” en las barricadas. Es deseo. Hay algo de Federico y de Dalí, y algo del niño Claudio que no hacía distingos para abrazar. Hay un hombre y una oferta de amor, y procesiones de imágenes enigmáticas brotando de la nada. Su belleza es lujuriosa, una orgía tropical, una luz atlántica. La música de Violeta es del otro lado del mar. Sabe a pistacho y a sal, pero sorprende más la variedad de sus vestidos.
"¿Quién nos ve? Dime, ¿quién diablos nos ve? Me pregunté arrancando la ternura de tu cuello". En Violeta la lucha es clandestina, porque todavía es pecado andar con lo prohibido.
Violeta reivindica. Desojándose da la cara.
"Su metáfora era una forma de hacer el amor con los demonios", al fin y al cabo, estamos hablando de Claudio.
Antonio Carmona
POESÍA
Santa Cruz de Tenerife, 1985. Realizó los estudios de Arquitectura Técnica en la Universidad de La Laguna, y el Máster de Estructuras de Edificación en la Universidad Politécnica de Madrid.
Desde los cinco años está vinculado a la música, primero como corista y posteriormente en solitario como cantautor y compositor. Formó parte a los 17 años del Colectivo Canario de Autores y Cantautores. Con 19 años publica su primer disco “El ahorcado feliz”. Su relación con la poesía comienza con la colaboración con el poeta melillense Antonio Carmona, con el que publica su segundo disco “Invisibles” en 2011. Realiza la gira “Cardenal sube al Cielo de Canarias”, recorriendo varias ciudades del territorio español con Ernesto Cardenal, Caco Senante, entre otros. Participa en el disco y concierto “Las 3 heridas”, en memoria de Miguel Hernández. Ha participado como músico en los encuentros internacionales de poesía “Las tres orillas”. En el año 2012 comienza a escribir VIOLETA (Tenerife, 2015), su primera obra sin acompañamiento musical.
