Esta obra recoge todos los registros, formas e inquietudes que ha explorado el autor, con la salvedad de la poesía experimental de sus primeros trabajos y su incisiva poesía visual.
Junto a un esencialismo perceptible en la tendencia a decir más con menos palabras, destaca la carencia absoluta de títulos, lo que refuerza la inclinación de Jiménez Paz a lo ambiguo.
¿Pero adónde vamos ahora si del tanto trabucar por los caminos nos ha ardido toda la vida entre las manos
El náufrago, a vueltas del abismo, se derrumba en palabras, a orillas del silencio que es Isla, soledad del superviviente.
Al preguntarse si una piedra puede florecer o en qué nos transfigurará el tiempo, el autor no nos da el bálsamo de la certeza sino que nos envuelve en telarañas léxicas que nos pierden tan delicadamente en senderos líricos.
Poética: Creo en una poesía de la interferencia, de nuestra única capacidad de transmitir ruido, de nuestra gloria vana de querer contar y no ser capaces más que de hacer llegar mensajes entrecortados y confusos, como los de aquellas emisoras de onda corta que escuchaba en mi niñez.
En este libro, Dolores Guerra canta lo que une al ser con los demás, sin negar aquello que lo separa y lo hace único e irrepetible.
Desordenes alimenticios y del sueño habría sido un título, tal vez más apropiado para este libro, dadas las circunstancias _en que se escribió_.
Boland crea unos textos que trascienden al género, trascienden a su entorno y a sus raíces, su poesía se basa, como ella reconoce en “tratar de plasmar la vida que vive en el poema que escribe”.
Nosotras las mujeres Nosotras las mujeres, estamos tan cerca de la tierra marrón. /