Abrazando vértebras ya nos alerta desde el título sobre necesidades axiales: unir, pero no de cualquier modo. Se trata de vertebrar abrazando un eje central para no perder pie.
La idea parte de los cuentos de hadas en los que el príncipe debe de rescatar a la princesa que está en un bello castillo del que no puede salir, pero para llegar allí tendrá que atravesar y combatir con los cocodrilos que existen en el foso que tiene que cruzar.
Riqueza:A partir de los 50 la posesiónde la nada: tener nada.Y las manos desnudascomo una luna ebriao una manzanade luz.
Encontrarse uno en la puerta de embarque 3 horas antes buscando un vuelo que ni existe aún. Soy un "prisillas-organizado-impaciente-coñazo", pero nunca pierdo un vuelo.
Usted está aquí. Ese círculo rojo en la portada que nos sitúa en el plano de un corazón, una ciudad en la que estaríamos completamente extraviados si no fuera por Ana Pérez Cañamares, que nos lleva por sus calles con la cadencia de un gato y la decisión de un leopardo a punto de atrapar una presa:
La tragedia proletaria del estalinismo, y el final de lo que se dio en llamar el “socialismo realmente existente” en 1989, son acontecimientos que marcan a fuego la historia del siglo XX
Para Sonia siempre que llueve llueve dos veces. Lo mismo cuando hace sol y se refleja en los charcos y en el barro que se forma en las cuestas del pueblo de sus abuelos. Todo sucede dos veces.
Este poemario es un estallido de realidad, honestidad y vida. Concentrado en poco más de cien páginas y dividido en tres estupendos apartados (Infierno, Purgatorio y Cielo) recoge las fases que atraviesa el poeta tras una ruptura sentimental. Poesía realista, de corte autobiográfico y de inmensa calidad, made in Spain.
En su forma más corriente, esta enfermedad traduce un trastorno narcisista y no una voluntad de imitar a modelos. Gérard Apledorfer, psiquiatra francés, sobre la anorexia, en Libération